Dimitra

Mi historia es sobre mi padre, Panos Dimitrakopoulos

 

Este evento tuvo lugar del 06/02/2020 al 04/07/2021

 

El descubrimiento

Descubrimos que nuestro padre padecía cáncer de páncreas al azar, justo después de la primera cuarentena Covid. Había adelgazado mucho, pero pensamos que se debía a una dieta que llevaba algún tiempo haciendo. Tenía la sensación de que algo podía ir mal, ya que se sentía gradualmente débil.

Esta es mi historia

Inmediatamente después de la cuarentena, visitó a su cardiólogo para que le hiciera la revisión periódica y le recetara algo. El cardiólogo sugirió que nuestro padre se sometiera a algunas pruebas médicas porque los ojos de nuestro padre se habían vuelto amarillentos.
El 2 de junio de 2020 comenzó nuestro viaje contra el cáncer. Le diagnosticaron un cáncer de páncreas y por aquel entonces estaba considerablemente débil.
El tumor era grande y estaba en la cabeza del páncreas, lo que hacía que las cosas fueran dramáticamente mal. No se podía operar y la salud de nuestro padre era tan precaria que no podía someterse a ningún tratamiento. Nos dijeron que tenía hasta 2 meses.
Pero Dios tenía un plan diferente. Encontramos un Oncólogo con experiencia y a mi padre le implantaron un stent para que pudiera aliviarse de los problemas que ya le había creado la ictericia. Nuestro padre recuperó las fuerzas, el cansancio desapareció considerablemente y recibió tratamiento: 6 rondas de quimio y 25 radioterapias. El tumor se redujo. Su nivel de vida era bueno y la esperanza volvió a crecer.

El impacto del tiempo

En febrero de 2021 volvió la fatiga. En este punto tengo que hablar de la amarga verdad sobre el Sistema Médico y la Asistencia en la región en la que vivo. Es casi inexistente. Los enfermos de cáncer tienen que recorrer largas distancias para ser hospitalizados o recibir el tratamiento adecuado. Nuestro médico luchó mucho para poder importar un tratamiento de EEUU. Nunca lo consiguió.
Nuestro padre, que había sido un cristiano devoto toda su vida, había puesto todas sus esperanzas en Dios. Durante todo este tiempo se preparó, estuvo en paz, tranquilo y rezó. No quería vivir ni un día más. Su único deseo era que nosotros también estuviéramos en paz y que siguiera la voluntad de Dios.
Falleció pacífica y serenamente el 7 de abril de 2021, diez meses después de que se lo diagnosticaran. Mi madre, mi hermana y yo estábamos presentes en la sala y ése es el momento más precioso de toda mi vida.