Cornelia
Mi historia es sobre mi madre.
Este evento tuvo lugar del 31 de octubre de 2019 al 16 de septiembre de 2021
El descubrimiento
Se descubrià³ por casualidad. Mi madre regresà³ de unas vacaciones quejà¡ndose de malestar estomacal y picores en la piel. Culpà³ a la comida que estaba comiendo en su viaje y a la nueva ropa de cama en la que estaba durmiendo. Unos dàas mà¡s tarde, un amigo de la familia que también trabaja en el campo de la medicina, mirà³ los ojos de mi madre y dijo «no tienes buen aspecto, deberàas ver a un médico». Un dàa después acudià³ a su médico de cabecera, que encontrà³ algo sospechoso en una ecografàa. La remitieron al hospital local y le diagnosticaron ictericia, causada por un cà¡ncer de pà¡ncreas.
Esta es mi historia
Me molesta que tantas personas no puedan ver a sus seres queridos que lo necesitan debido a las restricciones de COVID en todo el mundo. Fue duro para mà el aà±o 2020 y principios de 2021 y fui una de las afortunadas que tuvo el regalo de pasar tiempo con mi madre, que tristemente fallecià³ el 16 de septiembre de 2021, a tan solo dos meses y medio de cumplir 69 aà±os. Quiero a mi madre y la echo mucho de menos.
El aà±o pasado, durante el mes de concienciacià³n sobre el cà¡ncer de pà¡ncreas, me afeité el pelo para mi madre. He recaudado 2.500 dà³lares. En su funeral recaudamos otros 2500 euros.
El impacto del tiempo
El tiempo es lo mà¡s importante. Mi madre fue operada para liberar sus conductos biliares y comenzà³ la quimioterapia poco después. Pude visitarla en las Navidades de 2019 (justo antes de que el mundo se enfrentara a esta nueva pandemia llamada COVID). Durante bastante tiempo, la quimioterapia estaba haciendo su trabajo y mi madre se mantenàa en forma, ocupada y sana. Todavàa tenàa algunos objetivos, algunos de los cuales no podàa experimentar debido a las restricciones de COVID. El aà±o 2020 pasà³ con mi madre haciendo su rutina quincenal de quimioterapia. 2021 empezà³ a tener problemas, perdià³ mà¡s peso, tuvo mà¡s efectos secundarios de la quimioterapia… empezà³ a perder la esperanza. Hice un esfuerzo para solicitar una exencià³n de viaje, lo que me permitià³ verla en julio de 2021. Mis vuelos de vuelta fueron cancelados y tuve que quedarme hasta octubre. Qué bendicià³n fue. Mi madre se deteriorà³ muy rà¡pidamente en ese tiempo. Volvià³ a sufrir ictericia y el cà¡ncer le presionaba los intestinos. Estuve allà para ella en el momento en que mà¡s me necesitaba. Sà, el tiempo lo era todo y también el momento de las cosas. Consiguià³ vivir 22 meses con su diagnà³stico de cà¡ncer de pà¡ncreas inoperable en estadio IV. Vivià³ su vida con este diagnà³stico, soportà³ rondas y rondas de quimioterapia y aàºn asà salià³ del hospital sonriendo. Estoy agradecida de que mi madre tuviera el tiempo que tuvo; ojalà¡ COVID no lo hiciera tan difàcil, pero ella aprovechà³ al mà¡ximo el tiempo que tuvo. Hizo planes para su cuidado al final de la vida y su funeral, lo que nos alivià³ la carga como familia. Por supuesto, todavàa me gustaràa tener mà¡s tiempo. La deteccià³n temprana es muy importante y puede cambiar el tiempo que podemos pasar con nuestros seres queridos.