Mi historia es sobre mà­ – Tania

 

Este evento tuvo lugar desde el 12 de febrero de 2021 hasta ahora.

 

El descubrimiento

Al principio me sentà­a aletargado y cansado, y no dormà­a bien. Cuando fui a mi médico de cabecera, asumià³ que estaba pasando por la menopausia.
Después de esto, tuve una fiebre glandular severa en julio de 2020 y volvà­ a mi médico de cabecera después de haberme recuperado. Me hice anà¡lisis de sangre y los resultados fueron normales.
En noviembre, empecé a sentir un fuerte letargo y dolores punzantes bajo el esternà³n hasta el punto de no poder terminar mis entrenamientos en el gimnasio. Dejé de ir al gimnasio y pensé que mi letargo podà­a estar relacionado con la falta de hierro (algo que ya habà­a experimentado en el pasado). También empecé a perder el apetito y a adelgazar, pero lo atribuà­ a que dejé de hacer ejercicio. Al principio hice unas cuantas sesiones de acupuntura, pero cuando el dolor no remitià³, volvà­ a consultar a mi médico de cabecera. Cuando empezà³ a hablar de nuevo de la menopausia, insistà­ en que habà­a algo mà¡s. Me hice un anà¡lisis de sangre el 27 de noviembre y, segàºn los resultados, mi médico de cabecera pensà³ que podà­a tener un problema con la vesà­cula biliar. Me hicieron una ecografà­a el 1 de diciembre y me encontraron un quiste en el pà¡ncreas que hizo saltar la alarma y me mandaron a hacer un TAC urgente el 2 de diciembre. Esa tarde me llamaron para decirme que era un tumor y que me habà­an diagnosticado un cà¡ncer de pà¡ncreas en fase 4, con metà¡stasis en el hà­gado. Tenà­a 44 aà±os.

 

Esta es mi historia

Soy un gran creyente de que tu mentalidad dicta tu comportamiento y lo que atraes a tu vida. Soy un gran fan de Joe Dispenza y sus meditaciones y enseà±anzas me ayudaron mucho. Creo que la salud mental y emocional desempeà±a un papel muy importante en el proceso de curacià³n de un paciente con cà¡ncer.
Confiar en mi instinto y escucharlo me ayudà³ enormemente. Buscaba a menudo en Google «historias de éxito sobre el cà¡ncer de pà¡ncreas» porque querà­a saber qué habà­an hecho los demà¡s para conseguir la remisià³n. Esto era algo que hacà­a a menudo y no sà³lo me daba esperanzas, sino que me daba ideas sobre qué incluir para ayudar a tratar mi cà¡ncer.
Le pedà­ a mi oncà³loga que no me dijera mi pronà³stico, creà­a que no dependà­a de ella y que yo no era una estadà­stica. También creà­a que si llevaba esta informacià³n conmigo, serà­a un perjuicio para mi salud mental y mi recuperacià³n.

Atribuyo una gran parte de mi viaje y mi curacià³n a mi fe. La oracià³n me ayudà³ enormemente.

Mi mensaje de esperanza para los demà¡s es que nunca se rindan, aunque las circunstancias sean nefastas. La esperanza es lo que nos da el poder de soportar lo que creemos que no podemos, de sanar. Puedes desafiar las probabilidades, no eres un nàºmero o una estadà­stica. Sigue siempre tu instinto, no tengas miedo de desafiar a tu oncà³logo y, si no està¡s contento con el tratamiento que recibes, pide una segunda o tercera opinià³n. Defiéndase siempre, nadie le conoce mejor que usted mismo. Dirija su propio barco y esté abierto a terapias alternativas que puedan ayudarle en su tratamiento y reforzar su sistema inmunitario. Y, por àºltimo, no dejes de lado tu salud mental, es tan importante como tu salud fà­sica.

 

El impacto del tiempo

A la mayorà­a de las personas se les diagnostica el cà¡ncer de pà¡ncreas en una fase tardà­a, lo que significa que el tiempo no està¡ de tu lado… en un segundo instantà¡neo, tu mundo se pone patas arriba
Ha sido un viaje duro para mà­ desde el punto de vista emocional, especialmente en las primeras fases del diagnà³stico. Nunca antes habà­a tenido que enfrentarme a mi mortalidad y mirar el barril de la muerte era bastante aterrador y traumà¡tico.

No podà­a entender cà³mo habà­a contraà­do el cà¡ncer de pà¡ncreas: no era genético y mi familia tiene antecedentes de cà¡ncer de mama, asà­ que no tenà­a sentido para mà­. Llevaba un estilo de vida saludable (comiendo bien y haciendo pesas y entrenamiento de resistencia 4 veces a la semana, ademà¡s de intentar caminar 10.000 pasos al dà­a) y no tenà­a ninguno de los factores de riesgo tà­picos del cà¡ncer de pà¡ncreas (no fumo ni tomo drogas, no tengo sobrepeso ni obesidad, rara vez bebo alcohol, no tengo diabetes) y nunca habà­a estado en el hospital ni habà­a tenido ningàºn problema de salud importante.

Me prometà­ pasar tiempo de calidad con mis seres queridos cuando pudiera y querà­a dedicar mi tiempo a cosas que me dieran alegrà­a, como ir a la playa, pasar tiempo en la naturaleza, hacer pequeà±as escapadas y crear recuerdos. Me siento muy afortunada de seguir aquà­ y, aunque mi viaje por el cà¡ncer aàºn no ha terminado, ahora elijo utilizar mi tiempo sabiamente, no preocuparme por las cosas pequeà±as y soltar el control y rendirme.