Mi historia es sobre mi madre Piret

 

Este evento tuvo lugar del 15 de diciembre de 2020 al 10 de septiembre de 2021

 

El descubrimiento

Mi madre ingresà³ en el hospital en diciembre de 2020 tras sufrir fuertes dolores abdominales y de espalda y no poder comer. Se le detectà³ un tumor en la cola del pà¡ncreas y se ordenaron mà¡s pruebas para enero de 2021. Tuvo que esperar mà¡s de un mes debido al pico de Covid-19 en Estonia en ese momento. Se necesitaron mà¡s pruebas y finalmente recibià³ el diagnà³stico real en marzo de 2021: cà¡ncer de pà¡ncreas en fase 4.

 

Esta es mi historia

Miro hacia atrà¡s y estoy muy agradecida de no haber escuchado a mi madre cuando me dijo que esperara para ir a verla. Me alegro mucho de que hayamos podido pasar un bonito verano juntas y de que haya podido ser abuela de mi hija. Viajar en momentos tan estresantes como los de la covida ya es bastante duro de por sà­, y mucho mà¡s por motivos como que alguien tan cercano tenga un cà¡ncer de pà¡ncreas en fase 4. No me habrà­a perdonado si no me hubiera acercado. Me entristece no haber podido estar a su lado cuando fallecià³, pero los 3 meses que tuvimos son el tiempo mà¡s precioso que siempre tendremos juntos.

 

El impacto del tiempo

Vivo en Australia y querà­a ir a Estonia a visitar a mis padres durante un tiempo cuando recibà­ la noticia del diagnà³stico de mi madre. Mi hija Rubà­ nacià³ en 2019 y mi mamà¡ habà­a venido a visitarla cuando tenà­a 2 meses pero el resto de mi familia no la habà­a conocido en absoluto.
Las fronteras de Australia estaban y habà­an estado cerradas desde el comienzo de la pandemia sin que se viera la posibilidad de que se abrieran pronto. Sabà­a en el fondo de mi mente que tenà­a que ir a verla mà¡s temprano que tarde. Ella insistià³ en que esperà¡ramos hasta que la situacià³n de Covid se hubiera asentado mà¡s, pero yo no podà­a esperar mà¡s sabiendo que el tiempo es tan limitado. A mi madre nunca le dieron una estimacià³n del tiempo que le quedaba.
Asà­ que solicité una exencià³n para salir de Australia con mi hija de 21 meses, que me fue denegada la primera vez: el diagnà³stico de mi madre no era razà³n suficiente, por desgracia. Asà­ que después de ver a mi médico y obtener una valoracià³n de salud mental, conseguà­ que me aprobaran la exencià³n si nos à­bamos durante un mà­nimo de 3 meses. Con el corazà³n encogido, Rubi y yo dejamos a mi marido y volamos a Estonia a principios de mayo de 2021.
Mi madre habà­a rechazado la quimioterapia porque querà­a llevar una vida lo mà¡s normal posible durante el tiempo que le quedaba. El primer mes en Estonia fue duro, ya que sufrià³ grandes dolores y no pudo comer ni dormir bien. Por suerte, al final empezà³ a recibir cuidados paliativos y pasamos un tiempo precioso disfrutando del verano juntos. Mi hija y mis padres establecieron una relacià³n tan buena que supe en ese momento que habà­a tomado la decisià³n correcta de ir.

Cuando nuestro tiempo en Estonia llegaba a su fin, nos encontramos con muchas dificultades para regresar a Australia debido a que los topes de entrada de pasajeros se redujeron de nuevo a la mitad. Durante un tiempo parecà­a que està¡bamos atrapados allà­ por lo menos otros 6 meses, sin embargo, después de un montà³n de investigacià³n y un montà³n de dinero pagado para los nuevos billetes, Rubi y yo volamos de vuelta a Australia a finales de agosto de 2021.

Fue muy duro despedirme de mi madre, ya que era potencialmente la àºltima vez que la verà­amos. Pero como el tratamiento del dolor habà­a sido tan eficaz, mi madre estaba muy animada y era muy positiva, y hablaba de venir a visitarnos cuando las restricciones fronterizas disminuyeran e incluso de volver a trabajar. Llegamos a Australia el 17 de agosto y estuvimos en cuarentena en el hotel, seguida de otras dos semanas de cuarentena en casa. Durante ese tiempo, el estado de mi madre empeorà³ muy rà¡pidamente y acabà³ en el hospital con una hemorragia interna. Tras 5 dà­as desde su ingreso, el 10 de septiembre de 2021, fallecià³ tristemente a la edad de 57 aà±os. Vivià³ 6 meses desde que recibià³ el diagnà³stico.